Ecstatica

Ecstatica es un juego de terror en tercera persona con ángulos de cámara fijos, como los primeros juegos de las sagas Alone in the Dark y Resident Evil, que salió a la venta por primera vez en el año 1994, para MS-DOS. Esta versión del juego, conocida como Ecstatica - A State of Mind, es compatible con Windows y permite jugar con resoluciones modernas, con emulación de DirectDraw y mejoras de rendimiento general.

Descomprimir y jugar

Gracias a las mejoras que vienen incluidas con esta versión de Ecstatica, lo único que debes hacer para jugar es descomprimir el archivo comprimido y hacer doble clic en el ejecutable. Y nada más. En el archivo INFO.txt podrás echar un vistazo a los controles (se juega con el teclado numérico). Ten en cuenta, además, que por defecto el juego se inicia en pantalla completa, con la resolución nativa de tu monitor principal.

Una aventura de terror con un punto de humor

Uno de los aspectos más curiosos de Ecstatica es que, pese a tratarse principalmente de un juego de terror con algunas dosis de acción, dentro de la historia también se pueden encontrar algunos puntos cómicos. En el primer minuto de juego, por ejemplo, podrás ver cómo el protagonista se tropieza torpemente con una piedra, sin darse cuenta de que lo está siguiendo una suerte de goblin. Cuando te capturan, además, podrás ver a los demonios del juego tomarse una copa en el bar.

Salva el pueblo de Tirich de los demonios

La historia de Ecstatica está ambientada en el año 928, en el poblado de Tirich, una ubicación ficticia que por su aspecto parece estar situada en algún punto de Europa. La historia comienza cuando el protagonista del juego (que puede ser hombre o mujer) se queda sin agua y sin provisiones cerca de este poblado. Al entrar, descubrirá que un grupo de demonios está aterrorizando a toda la gente del pueblo. Tu objetivo será averiguar por qué... y cómo detenerlo.

Un clásico del terror para PC

Descarga Ecstatica si te gustan los juegos de terror clásicos. Gracias a esta versión podrás disfrutarlo cómodamente en cualquier equipo moderno con Windows, sin necesidad de hacer absolutamente nada más que hacer doble clic en un ejecutable. Un título muy divertido (y muy complicado), que en su día también destacó por tener una de las carátulas más evocadoras que podías encontrar en cualquier tienda, gracias al arte de Carl Critchlow.